Pudding a partir de un bizcocho (receta de aprovechamiento)
No sería la primera vez que un bizcocho no nos sale como habíamos esperado, se nos queda seco, se nos rompe (como ha sido mi caso) o se nos queda un poco aburrido en la cocina. De vez en cuando también, aunque solamente de vez en cuando, algún paquete de magdalenas, de sobaos o de algún dulce que nos ha llegado a casa, se ha quedado olvidado y ha perdido parte de su frescura y jugosidad.
Para estos casos está este tipo de recetas, recetas de aprovechamiento que, como su nombre indica, nos ayudan a aprovechar y disfrutar los alimentos que no queremos tirar o perder porque están en buen estado aunque no sea el más apetecible sobre todo a la vista.
Yo hice un bizcocho de vainilla y al voltearlo se me rompió. Tengo que decir que en ese momento me sentó mal y pensé en todo el tiempo perdido y en los ingredientes utilizados, pero el caso es que estaba muy bueno, solamente estaba roto y nada presentable. Así que ni corta ni perezosa, lo transformé, pasados dos días, en este pudding a partir de un bizcocho (receta de aprovechamiento) riquísimo que recordaba al sabor del flan pero de textura más firme debido al bizcocho que contenía.
En las revistas de cocina, en blogs y grupos de cocina, cada vez se habla más de las recetas de aprovechamiento. Supongo que a todos nos duele tirar comida, y más en estas épocas difíciles para muchos, y sobre todo, alimentos que sabemos que se pueden aprovechar en la elaboración de otros platos. Para eso existen recetas que, como ésta, facilitan la preparación de otras generalmente muy fáciles que nos pueden solucionar desde unos entrantes a un postre tan rico como éste.
Así pues, ahí va la receta.
INGREDIENTES
Para 6 personas.
- Restos de bizcocho, magdalenas, sobaos… (aprox. unos 300-400 g.)
- (En esta receta 400 g. de bizcocho de vainilla “roto”)
- 4 huevos
- 50 g. de azúcar
- 1/2 l. de leche entera
- Caramelo para el molde
PREPARACION
Precalentar el horno a 180º.
Batir bien los huevos junto con el azúcar y la leche.
Desmigar los bizcochos o el dulce que vayamos a aprovechar.
Empapar bien los bizcochos en la mezcla de leche y huevos. Reservar.
Hacer un caramelo en un cazo con tres o cuatro cucharadas soperas de azúcar y cuando esté bien líquido, echar en un molde y procurar que se impregne en su totalidad.
Echar en el molde caramelizado la mezcla anterior y cocer al baño maría, en el horno, igual que cuando hacemos un flan, durante 40 minutos a 180º. Pinchar con una aguja pasado este tiempo para ver que está cuajado. Sacar del horno y enfriar en nevera.
Servir frío con helado, nata o simplemente, solo.
Fuente: Cocinerando. Blog de recetas.
Se podría hacer de otra manera que no sea al baño maria?
ResponderEliminarHola, buenas tardes.
EliminarLas preparaciones de este tipo (pudines, pasteles, flanes) suelen hacerse con la técnica del baño maría. Esto se debe a que el calor que recibe el recipiente donde se encuentra nuestra preparación recibe un calor más indirecto a través del agua, que es la que conduce el calor. Esto es lo apropiado para elaboraciones que llevan huevos en su composición ya que precisan un calor menos agresivo para que la emulsión de los mismos sea suave y la mezcla sea homogénea. Por tanto bien en el horno o bien en cazuela al fuego, creo que el baño maría es lo mejor para esta y para otras recetas similares. Espero ser de ayuda, ya nos comentarás. Un saludo y... ¡gracias por visitar el blog!