Patatas rellenas de carrilleras y salsa de vino tinto sobre crema de queso
Las patatas rellenas de carrilleras o más bien, diría yo, falsas patatas, son un plato basado en una cocina muy tradicional, donde un guiso cualquiera de carne sirve como relleno a una bola en forma de patata que se elabora con un puré de patatas firme y sabroso; para acompañar el plato, una salsa de carne con vino tinto resultante del cocinado de las carrilleras y un toque original y exquisito gracias a una crema de queso sobre la que se colocarán las patatas.
Este verano estuvimos comiendo en un pueblin asturiano de nombre Malleza perteneciente al concejo de Salas; elegimos el restaurante “Al son del Indiano” donde llevábamos tiempo deseando comer; no nos defraudó, al revés, nuestra experiencia fue magnífica porque partiendo de platos originales consiguen presentaciones muy creativas y deliciosas que no dejan indiferente; como reza en su carta de presentación, nos sumergimos en un oasis culinario con una experiencia única y de la que disfrutamos con los cinco sentidos.
Este plato consiste en unas falsas patatas que se forman con un puré y se rellenan de carne, en este caso, de carne de carrilleras que hice para otra ocasión. La salsa propia de las carrilleras cuando se hacen con un buen vino tinto y variedad de verduras sirve para napar la patata una vez servida en el plato. La salsa de queso que acompaña es opcional pero considero que le aporta un magnífico sabor que casa a la perfección con la salsa de carne.
Cuando le pregunté al cocinero acerca de la receta tan solo me dio unas pautas para conseguir hacer este plato ten suculento: debía hacer un puré de patatas, dar forma al puré y rellenar las bolas resultantes con la carne que yo quisiera; en aquel momento nos las sirvieron con carne de pitu o pollo, carne muy apreciada en esas tierras asturianas.
Me dijo también que la salsa era la propia del guiso del pollo, algo reducida y que la salsa de queso servía como adorno y cama para la patata en la presentación del plato. Con estas explicaciones más o menos tuve la idea clara de lo que quería conseguir y me puse manos a la obra; aproveché unas carrilleras guisadas con salsa de vino tinto, reduje la salsa y la di brillo con mantequilla; para la salsa de queso utilicé nata, queso cremoso y queso ahumado de Pria, un queso asturiano que traje a casa de aquel viaje. El resultado fue bueno, rico y medianamente digno tras intentar una réplica del que habíamos degustado en el restaurante.
Es un plato fácil, más laborioso porque hay que partir de un guiso de carne con salsa, hacer el puré y después el relleno. La fritura final de las patatas proporciona un aspecto dorado y crujiente que resulta bonito y muy rico.
Vamos a desarrollar la receta; espero que os guste y os anime a entrar en la cocina con algo diferente.
Ingredientes
Para 2 personas
- Restos de carne de un guiso como pollo al ajillo, pollo guisado, pollo asado o carrilleras al vino tinto y su salsa.
- 4 patatas medianas
- Sal y pimienta
- 1/2 cucharada de Maizena
- Aceite de oliva virgen extra
Para la salsa de queso:
- 100 ml de nata
- 50 g de queso crema
- 50 g de quesos rallados a elegir (emmental, manchego, queso azul…). En mi caso, queso asturiano ahumado de Pría.
- Pimienta molida
Preparación
Tiempo de preparación: 30 minutos, de cocinado: 60 minutos, total 90 minutos.
Preparación de la patata rellena
Lo primero será tener preparada la carne que vayamos a utilizar; para ello la desmenuzaremos y reservaremos en un plato.
La salsa del guiso de carne se pone al fuego y se deja calentar para que se reduzca; si se necesita que espese se puede usar una cucharadita o dos de espesante o de harina diluida en agua.
Añadir una nuez de mantequilla para darle un aspecto brillante.
Una vez espesada, reservar hasta su uso.
Lavar las patatas y sin retirar la piel ponerlas a cocer con agua abundante. También pueden asarse en horno envueltas en papel de aluminio.
Cuando estén cocidas, unos 40 minutos en función del tamaño, sacarlas a una fuente y esperar a que se enfríen para pelarlas.
Una vez templadas, retirar las pieles y ponerlas en un bol; a continuación aplastarlas con un triturador de patatas para hacer un puré.
Añadir una media cucharada de maizena, sal y pimienta y removerlo todo.
Coger una porción de puré con la mano y formar una bola; con el dedo hacer un pequeño hueco en el centro y rellenar con la carne que tendremos preparada de antemano.
Cerrar la bola de forma que el relleno quede en el interior y aplastar un poco para dar forma de patata.
Así sucesivamente formando las falsas patatas hasta que se acabe el puré.
Poner en una sartén aceite de oliva virgen extra y cuando esté caliente dorar las bolas hasta que estén doradas por todos sus lados. Deben verse doraditas y crujientes.
Para la salsa de queso:
Poner en un cazo todos los ingredientes y calentar mientras se remueve con unas varillas; según se vayan derritiendo los quesos se alcanzará la textura deseada (más o menos espesa).
Si queda muy espesa se puede ir añadiendo más nata hasta alcanzar el espesor deseado.
Si se desea más cantidad, doblar las cantidades.
Para emplatar se coloca en la base del plato una porción de salsa de queso sobre la que irá la patata o las patatas y por encima se cubrirán con la salsa.
Servir calientes.
Más cosas
Puedo considerar esta receta como una receta de aprovechamiento teniendo en cuenta que se utiliza algún guiso de carne del que nos haya sobrado alguna porción.
La salsa de queso es muy fácil y muy versátil; solamente hay que mezclar nata en caliente con el queso elegido y pimienta molida. Yo le puse también queso crema para que el resultado fuera más firme y cremoso.
Quiero agradecer al restaurante “Al Son del Indiano” su amabilidad al relatarme la receta y animarme a “plagiarla”.
