Buscar formas diferentes de comer pasta es casi una obligación que me puse desde hace tiempo; lo habitual en casa y, sobre todo, cuando mis tres hijos eran pequeños era comer macarrones o espaguetis con salsa de tomate, siempre casera, eso sí. De un tiempo a esta parte hemos ido probando otras salsas y otras formas de comer pasta, por ejemplo, hélices en ensalada, espagueti con salsa “puttanesca” – que presento hoy-, a la carbonara, con verduras o con setas (fusilli con níscalos).
Según he encontrado, buscando documentación al respecto del nombre de esta salsa, “puttana” significa lo que está pensando, prostituta en italiano, y parece ser que un buen plato con salsa “puttanesca” era el plato que estas mujeres usaban para seducir a sus futuros clientes. Curioso el origen de esta salsa.
Receta mediterránea donde las haya: aceite de oliva, ajos, anchoas, tomates, alcaparras y aceitunas. No se puede pedir más.
Quiero dedicar esta receta especialmente a mi hija Beatriz, que adora la pasta y, en concreto, este plato.
Ahí va la receta.
INGREDIENTES.
- 500 g. de pasta a elegir (espagueti, cintas, macarrón…)
- 100 ml. de aceite de oliva virgen
- 1 diente de ajo
- 1 lata de tomates al natural enteros y pelados o el mismo peso de tomates naturales bien maduros y rojos (500 g. aprox.)
- 6 anchoas
- alcaparras
- aceitunas, verdes o negras, a elegir
- orégano
- sal
PREPARACIÓN.
Poner en una sartén el aceite a calentar y echar las anchoas partidas a la mitad; dejar hacer al fuego medio dando vueltas con una cuchara de madera hasta que se vea que las anchoas se desintegran, se disuelven. Añadir el diente de ajo muy picado y hacerlo unos segundos. Añadir los tomates, si son de lata con su jugo, y muy poca sal, y cocinar a fuego alto hasta que empiece a hervir; en este momento, bajar el fuego y cocinar despacio hasta que los tomates se reduzcan y se queden separados del aceite. Reservar.
Aparte, poner en una cazuela una buena cantidad de agua con sal y echar la pasta, cocinándola hasta que quede con la textura deseada (al dente o más hecha). Cuando quede un poco para sacar la pasta, poner la sartén, que habíamos reservado, nuevamente al fuego añadiendo las aceitunas, las alcaparras y el orégano.
Colar la pasta; emplatar y echar sobre ella la salsa de la sartén bien caliente.
Más cosas.
Es muy práctico tener preparada la salsa de antemano. Para ello, hacer la salsa y envasarla en un tarro de cristal. Dejar que se temple y guardar en la nevera. Al día siguiente preparamos la cocción de la pasta y añadimos la salsa previamente calentada. Si no se va a preparar en menos de dos-tres días, es mejor congelar la salsa.
Ojo con la sal. Hay que tener en cuenta que esta salsa lleva anchoas.
La cantidad de alcaparras y aceitunas la dejo para que cada uno ponga a su gusto; quizás unas 8 aceitunas pueden valer y dos cucharaditas de alcaparras; ¡esto como información!
Espolvorear parmesano da un toque exquisito. Opcional.